39ª.- >>> CAMORRITOS-NAVARRULAQUE-Cº PURICELLI

RUTA: Camorritos-Navarrulaque-Cº Puricelli
LUGAR: Valle de la Fuenfría.
DÍA: 23 de diciembre de 2008.
SALIDA: Estación de Pitis. 8:24 horas.
PARTICIPANTES: Fidel, Encarnita, Julio, María, Víctor, Melqui, Carmen, Gregorio, Enrique, Emilio, Jesús y Pepe.
ITINERARIO: Teniendo en cuenta la cercana Navidad, Gregorio nos había preparado una salida agradable y descansada y nada mejor para ello que el Valle de la Fuenfría. También el tiempo estuvo de nuestra parte, pues el sol lucía y la temperatura era muy suave. La nieve cubría todavía gran parte del trayecto y el piso, en muchos trechos, estaba resbaladizo y propiciaba alguna caída. Así ocurrió, aunque sin mayores consecuencias.
Trabajosa y hermosísima subida por el G.R. 10 hasta la pradera de Navarrulaque. Aquí ya hicimos la parada reglamentaria y dimos unos tientos a la bota de Emilio, a la botella de vino de Enrique y a los chupitos de anís de guindo de Encarnita. Estábamos contentos. Cruzamos la pradera hasta la carretera de la República, después la Vereda de Enmedio (círculos naranja) y Camino Agromán. Puente del Descalzo, Calzada Romana, Majavilán, hasta el Hospital de la Fuenfría. A partir de aquí seguimos el Camino Puricelli, (círculos azules). (Se debe el nombre a la empresa que haría la carretera hasta Segovia. Las obras que comenzaron en 1931 se pararon en 1936, por la guerra civil. Luego se transformó en pista forestal. Todavía se observa el tipo de constucción, antiguo estilo romano, con lajas de piedra en el pavimento y protecciones laterales. Otro trecho se inició en el puerto y llegó a Navarrulaque) Esta parte del recorrido discurre bajo un frondoso pinar que nos hace evocar el frescor que dará en época veraniega. La entrada en la estación, final de trayecto, presenta algunas dificultades pues parece una pista de hielo, pero todos salimos ilesos.
DURACIÓN: Unas cuatro horas. Dificultad BAJA-MEDIA por el resbaladizo piso. Calculamos cerca de trece kilómetros.
COMIDA: En el restaurante más cercano a la estación, justo enfrente, 10 euros el menú, no entraba la bebida y el pan, casi racionado. Nicolás, previa llamada de su abuelo Gregorio, nos invitó al vino y la gaseosa. El chaval, que ha entrado fuerte, también nos obsequió en la estación con café y copa (no daban chupitos). El abuelo tan contento. ¡Bienvenido a la senda de la vida!.