miércoles, 22 de abril de 2009

51ª.-. >>> MADARCOS-CABEZA DE PIÑUÉCAR-BUITRAGO

















RUTA: Madarcos-Cabeza de Piñuécar-Buitrago
LUGAR: Dominios de Fidel y Encarnita en Piñuécar.
DÍA: 21 de abril de 2009.
SALIDA: Intercambiador de la Plaza de Castilla. Dársena 35. 9 horas. Autobús directo a Buitrago y microbús-lanzadera a Madarcos.
PARTICIPANTES: Fidel, Encarnita, Carmen, Isabel, Pilar, Marisa, Melqui, Jesús, Justo, Julio, Emilio, Enrique, Luis Ángel y Pepe.
ITINERARIO: Con el microbús de Madarcos a reventar, pues a los viajeros habituales hubo que sumar el gran número de senderistas, llegamos al pueblo más pequeño de la Comunidad. Recorrido éste, en poco tiempo, iniciamos la bajada al río Madarquillos. Allí se encuentra el viejo molino de la Fausta, lugar de mucha actividad en otros tiempos y en la actualidad magnífica pradera donde se comen la tortilla los cercanos vecinos de Piñuécar y donde desayuna Encarnita. El guía nos hizo saltar arroyos, en ambos sentidos, cercas y setos buscando el verdadero camino al pueblo. El campo estaba alfombrado de gamón todavía sin florecer entre rebollos, encinas y fresnos. Pasamos por el escondido y silencioso Bellidas, que posee una sola casa habitable. Después llama la atención la esbelta espadaña de Santo Domingo de Guzmán, único resto de la que fue iglesia de la comarca construida en el siglo XIV y hoy rodeada de vacas que pastan a su alrededor. Al fondo vemos Cabeza de Piñuécar y a sus pies nuestra parada de la mortadela de hoy: es la casa de Encarnita-Fidel con vistas a la sierra, pinar cercano y extenso cantuesar. Nos obsequian amablemente con un aperitivo y hacemos las fotos del momento. A pesar del desnivel, disfrutamos en la subida al cerro (1222 m.) desde el cual se observa una amplísima extensión de terreno: el valle del Lozoya, Peña Cebollera, Peñalara, Cabeza de Hierro y Sierra de la Cabrera. Hay paneles informativos del paisaje circundante, de la situación del frente durante la guerra civil y un búnker que las bombas y los años no han podido destruir. La bajada hasta nuestro destino es fácil y agradable y la entrada en Buitrago por el viejo puente y bien conservadas murallas nos hacen recordar las palabras de su primer señor, Pero González de Mendoza, muerto en Aljubarrota,: Como dexaré la sierra / do ay ayre y truchas finas…Después de la comida hubo una visita cultural a la iglesia de Santa María del Castillo y sus murallas.

DURACIÓN: Cuatro horas. 13.5 kilómetros. Dificultad BAJA.
COMIDA: En el restaurante cercano a la parada del autobús con un menú de 10 euros. Las prisas nos dejaron sin café ni chinos.
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