44ª.- >>> ZARZALEJO-FRESNEDILLAS DE LA OLIVA-COLMENAR DEL ARROYO

RUTA: Zarzalejo-Fresnedillas de la Oliva-Colmenar del Arroyo.
LUGAR: Bajo la Sierra de la Almenara.
DÍA: 20 de enero de 2009.
SALIDA: Estación de Pitis. 8:55 horas.
PARTICIPANTES: Gregorio, Fidel, Encarnita, Enrique, Emilio, Jesús, María, Fernando, Carmen y Pepe.
ITINERARIO: El pronóstico del tiempo hablaba de nevadas de cierta importancia en lugares próximos a la Sierra y bajada de las temperaturas, por todo lo cual se decidió hacer una etapa de perfil bajo y dejar el paso por el Alto de Navahonda previsto para mejor ocasión. Después no fue para tanto y, si en algún momento nos llegaban pequeñísimas bolitas de nieve (con muy mala idea, según Jesús) y algún copo, la temperatura animaba a caminar y el sol alegró la segunda mitad del camino. Desde la estación seguimos el sendero que discurría entre pequeñas ganaderías de caballos hasta Peña Rosal. Aquí tomamos una amplia y cómoda pista y en el Mirador, cercano a las ruinas del Torreón de Fuente Lámpara, hicimos una pequeña parada y algunas fotos. En seguida llegamos a la carretera M-532 que, en principio, nos llevaría a Fresnedilla. El búnker a la entrada del pueblo nos sirvió de descanso y mesa para el bocata, el salchichón de María y Fernando y el vino de la bota de Emilio. Pareció más prudente seguir por la dicha carretera en vez de aventurarse por caminos tal vez cortados por las verjas de alguna finca. Y así, en suave descenso, hicimos la siguiente parada delante de la Estación de Seguimiento Espacial Fresnedillas-Navalagamella. Más adelante encontramos otra muestra de la estúpida guerra entre hermanos en el kilómetro 33.5 de la M-510: una verdadera fortaleza de cemento y piedra con asentamiento para una gran pieza artillera. Dos kilómetros más y estábamos en Colmenar según el horario programado.
DURACIÓN: Cuatro horas y quince minutos. Distancia recorrida 17 kilómetros. Dificultad BAJA-MEDIA.
COMIDA: Volvimos al Chicote`s Restaurante, junto a la Plaza. Las cervezas previas y el menú (muy bueno el cocido) nos costó 10.40 euros, pequeñísima propina incluida. No querían y se defendieron, pero al final María y Fidel nos pagaron el café. Nicolás (salió al abuelo) nos invitó a unos chupitos. ¡Vaya niño!