lunes, 16 de junio de 2008

17.- <<< ARANJUEZ

























RUTA: Los jardines de Aranjuez
LUGAR: Aranjuez
DÍA: 19 de mayo de 2008.
SALIDA: Estación de Pitis a las 8 h. y trasbordo en Atocha.
PARTICIPANTES: Jesús, Pilar, Fidel, Encarnita, Carmen, Gregorio y Pepe.
ITINERARIO: Había sido programado el trayecto por Gregorio, gran amante y conocedor de Aranjuez, por lo cual en vez de una ruta de senderismo hicimos más bien una documentada visita cultural, y por tanto con un ritmo más lento para contemplar mejor palacios, fuentes, jardines, río, fauna y flora.
El Palacio Real con su entorno, su amplísima y bella plaza y arcadas fue el objeto del primer tiempo de la visita. En el Jardín de la Isla nos fijamos especialmente en las estatuas que coronan cada una de las doce fuentes, punto de atención del numeroso equipo fotográfico que, con Gregorio al frente seguido de Carmen, Pilar y Jesús, no dejó ningún detalle fuera del objetivo. Así, Ceres, Neptuno, Apolo, Venus, Baco, Diana, Leda y otros personajes mitológicos, además del delicado y tierno Niño de la Espina, quedaron en el reportaje que acompaña cada una de nuestras salidas.
Patos y cisnes se agrupaban en la cascada que forma el río y en los estanques del Jardín del Príncipe. Aquí, además de los rosales y la variadísima cantidad de árboles de una altura extraordinaria, vimos unos pavos reales que no estaban muy dispuestos a desplegar sus colas ante la ausencia de ejemplares del otro sexo en las cercanías. A la hora de la mortadela hizo aparición una simpática ardilla que con excesiva confianza se autoinvitó, saltando por nuestros cuerpos y comiendo todo lo que tenía a su alcance. Hasta los paseantes habituales se sorprendían al observar la escena. Después de ver la Casa del Labrador, y a paso más rápido, por la vía pecuaria que discurre por el exterior de la verja llegamos al Puente de la Reina y giramos a la izquierda pasado el Tajo, siempre a la sombra de los árboles que, plantados cada tres metros, formaban un pasillo que invitaba al camino. El reloj nos aconsejaba iniciar el regreso si queríamos llegar a buena hora al restaurante y nosotros somos obedientes. Es lo que hicimos.
Fue una mañana muy agradable, con excelente temperatura, vegetación refrescante por las recientes y abundantes lluvias, con evocaciones al maestro Rodrigo, al Río que nos lleva, y hasta animamos a un grupo de alegres estudiantes que practicaban el piragüismo.
DURACIÓN: La primera parte de paseo por los jardines nos llevó más de tres horas. Por la vía pecuaria y calles de la ciudad anduvimos otras dos horas con lo cual en la estación los podómetros marcaban 18 kilómetros.
COMIDA: El restaurante que n os habían recomendado estaba cerrado. Comimos en El Pontarrón, calle de San Antonio, un menú por 8.50 euros, aceptable. Celebramos el cumple de la primera semana de Abel. Felicidades.

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